Monday, September 24, 2007

Fiestas en honor al mesario 4

Para celebrar el cuarto mesario de mi destierro andaluz había que hacer algo diferente al resto de los meses aprovechando que este mes he pasado más tiempo en mi tierra que en aquellos parajes del norte de África. La celebración comenzó, como ya dije en ocasiones anteriores, en las ferias de Valladolid, a las cuales éste año he podido escaparme un par de días para hacer un rato el notas con el amigo Davi DJ y con el amigo Martin Law.
Pero como cada mes de septiembre llegan las fiestas del pueblo, que son ese tipo de fiesta de la meseta profunda y que sirve como excusa para tajarse hasta las trancas y ser todos tan amigos.
Hacía ya bastante tiempo que no disfrutaba de la fiesta al completo, desde el primer día hasta el último, debido a mis diversas ubicaciones geográficas y este año por fin pude hacer la jugada maestra en la empresa y pillar unas buenas vacaciones que merecía.
En sí no ocurrió nada especial que interese en demasía pero fueron cuatro días de pasarnoslo bien y no parar en casa más que a malcomer y a maldormir, haciendo vida en el zulo-bodega donde hacemos la peña y poco más. Eso sí, me planteé introducir el "jumpstyle" entre la peña y alguno aprendió más o menos bien y nos pasamos unas risas exageradas mientras intentabamos hacer algo parecido a ese baile. Sobra decir que tampoco es que el profesor a.k.a. yo sea un galáctico del jumpstyle, pero bueno, sirvió para hacer un poco el zángano.
Otros años es acabar las fiestas del pueblo y entrar en una especie de estado de ánimo de indiferencia ante todo pero este año no hubo tiempo a tal ya que aún con la novillada en la retina y una especie de escapada clandestina en la mente tocó volverse al día siguiente (lunes 17) de nuevo a tierras andaluzas a ejercer esta especie de profesión que tengo.
De compañero de viaje se vino mi viejo que, aprovechando que tenía unos días de vacaciones, quiso venirse a conocer el infieron aquel de allí. A pesar de ser tan sólo cuatro días no le dió mucho tiempo a conocer la zona pero al menos pudo tomarse sus primeras vacaciones en una tira larga de años.
Pero al menos me hizo compañía durante la semana más larga y corta a la vez de la historia (y ya van unas cuantas) que fué la semana pasada puesto que este fin de semana se presumía activamente ajetreado... y así fue.
Para empezar el viernes no salió todo como estaba planeado porque desconozco la razón por la cual siempre cuando tienes más prisa te encargan algo a última hora para que lo hagas deprisa y corriendo con las consecuencias que tiene eso. Así que a las 13:00 se me encarga una tarea que hay que dejar hecha este fin de semana... con lo cual la hora de salida que tenía prevista tuvo que demorarse, aunque no importó porque no había prisa por llegar... aunque debería de haberla habido... o no.
Tras 750 kilómetros de viaje en estrategia de una parada para repostar en Villar de Plasencia llegamos justo para cenar, que ya tocaba pues llevaba todo el día con un bocadillo de jamón porque cuando conduzco no me gusta llevar el estómago lleno... que me entra un "azorronamiento" del copón divino y más allá con las consecuentes consecuencias. Entonces se me planteó la duda... ¿amplío la escapada clandestina por mi cuenta a dos días o sólo se hace de un día tal y como quedó pactado el fin de semana anterior? Opté por la segunda ya que no me apetecía que mis viejos me taladraran la cabeza como de costumbre. Mal hecho!
El día siguiente era el día. Aproveché para descansar todo lo que pude y más ya que se preveía una noche movidita, un no parar que exigía estar con todos los sentidos en alerta y más a las horas que se tenía previsto volver a casa y las condiciones externas. Las horas no pasaban nada más que cuando me eché la siesta que se pasaron como si nada así que podemos decir que casi me he fugado hecho polvo.
Había pasado poco más de un mes desde la última vez que estuve allí y aunque abrí la boca para decir que no volvería tenía ganas ya de volver a ver a esa gente tan maja que puebla semejante lugar... sí, a ellas también, claro.
El pueblo de mis amigos Coto y Panu se está convirtiendo últimamente en mi lugar de peregrinación clandestina en esas noches en las que el ayuntamiento del pueblo pone una orquesta en la plaza para animar al personal. Unas nuevas fiestas en un pueblo que cada vez me parece más acogedor era la excusa perfecta para una nueva fuga.
Poco antes de las once de la noche he cogido el coche y he puesto rumbo al lugar. He llegado antes de las doce, que en teoría es la hora en la que abren la peña de la cual me considero anejo pero estaba cerrada, así que me voy hasta el bar "maral" en busca de tabaco y de alguna cara conocida, pero a esas horas todo el mundo estaba en su casa preparandose para salir.
Una vez que doy con los señores Coto y Panu visitamos de nuevo la casa de "los serrano" y alli empieza ya el lío de gente.
La primera en salir es Laura que efusivamente sale a saludarme, dos besos de bienvenida y me suelta la frase de: "¿tu no dijiste que no volvías?". Mi contestación en plan "buen rollo chuuu" es: "ya, pero suspendí y tuve que volver en septiembre". Risas.
De ahí nos fuimos a la peña, que por fín abría sus puertas con unos minutos de retraso aunque bien es cierto que habían quedado un poco más tarde por circunstancias de organización.
Allí en la peña lo de siempre, unas bebidas, unas charlas, unas bebidas, unos saludos más, unas bebidas, unos cigarros, etc... o sea, lo de siempre.
Mientras estabamos en la peña llegó Ana, la "vecinita" como la llamo yo. Vino a saludarme, dos besos de bienvenida y me suelta la frase de: "¿tu no dijiste que no volvías?. Mi contestación en plan "buen rollo chuuu" es: "ya, pero suspendí y tuve que volver en septiembre". Risas.
Continuamos con la tarea principal de un peñista que es beber, fumar, hablar, etc hasta que nos vamos al baile a bailar y para continuar con la tarea principal del peñista nos llevamos hielo y bebidas en una especie de botellon ambulante. El caso es que las bebidas iban en un coche que no era el mío porque en el mío iban cuatro chicas y ya no cabia nada más. Ha estado bien la orden que ha dado Coto al salir de la peña: "las chatis al coche de Toxsi". Y claro, yo no me iba a oponer.
En el baile para variar amagos de jumpstyle que todo el mundo miraba de una forma un tanto extraña aunque no sé si era por eso o por el monton de bebidas y hielo que hemos formado en el centro de la plaza. Hasta que acabó el baile no nos movimos de allí, o mejor dicho, fuimos los últimos en abandonar la plaza porque aún teníamos bebida y no era plan de ir a los bares a beber... aún así nos fuimos a donde "el guti" a tomar las siguientes.
Como la escapada había sido clandestinamente organizada era obvio que había que volver a casa y a eso de las 5 el menda ha levantado el campamento y se ha ido no sin antes despedirse del personal y hacerse las últimas fotos marginales. A pesar de todo la gente me insistía en que debía de quedarme a dormir allí (en casa de mis amigos claro ya que ninguna fémina me ofreció su casa) y que ya me iría al día siguiente y tal. Pero yo me conozco y si me quedo esa noche es posible que al día siguiente no me fuera tal y como ocurrió en la anterior visita del mes de agosto.
Especialmente insistente estaba Ana la "vecinita" que tenía el extraño y oscuro interés en que no me fuera tan pronto. Yo intentaba argumentar teoría sobre que debía de llegar a casa que al día siguiente tenía que irme a Valladolid pero no había forma. Es más, cuando la dije que al día siguiente iba a Valladolid me dijo: "pues ya está, te quedas y yo mañana me voy contigo a Valladolid". Afirmación que me dejó completamente roto y sin saber que contestar... bueno, sinceramente empecé a pensarmelo varias veces lo de irme... pero no tenía elección. Las escapadas clandestinas son así y han de acabar con el personaje durmiendo en su cama... salga el sol por donde salga.
Me despedí de todo el mundo uno por uno, supongo que de alguien me olvidé pero fué sin querer, pero como habrá más ocasiones... pues nada. Cuando me fuí a despedir de Ana la dije a modo de buen rollo que nos veríamos en Valladolid a lo que ella respondió "sí, cuando vayas llamame y si quieres te quedas a domir en mi casa" yo ya no sabía que hacer, que decir y lo único que pude hacer fué huir y más cuando al dame los dos besos de despedida se equivocó de lugar... eso sí, con su número de teléfono y una cita en próximas fechas. Una razón más para volver a Valladolid.
Laura se despidió de mí con un "no me digas que no vas a volver porque no te creo" y tuve que responderle "he vuelto a suspender". Hablamos y prometió que seguiríamos en contacto aunque creo que ya se le ha olvidado. Me dijo que volviera... y volveré, así que ya he hecho la matricula de nuevo para volver a examinarme.
Y al día siguiente, como dije antes, tenía que ir a Valladolid ya que milagrosamente y no sé como habíamos pillado entre mi primo, unos amigos suyos y yo unas entradas para ir a ver el partido Real Valladolid - Real Madrid. Hacía eones que no veía un partido de Primera División en directo en un estadio... y ha tenido que ser una vez más en Valladolid donde se produzca tal hecho... así como un partido de la Selección Española, que también fué en el José Zorrilla donde la ví por única vez en mi vida.
Antes de entrar al estadio nos encontramos con el señor King Africa, pero como somos tan marginales no llevamos cámara de fotos para hacer el reportaje del día y encima los móviles tan sofisticados de mi primo y cia no se por qué extraña razón dejaron de funcionar. Así que el único recuerdo gráfico que nos queda del partido es la entrada.
Del partido en sí no hablar ya que no mereció mucho la pena... aunque me quedo con la efímera escapada pucelana del domingo por la tarde que, espero, en breve sea más frecuente.

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