Saturday, June 02, 2007

Andalucía... me quiere?

No, y yo a ella tampoco. Apenas he pasado quince días al sur del sur, en Málaga o más concretamente en Torremolinos y la única conclusión a la que he llegado es que quiero volverme de nuevo a Valladolid... de donde nunca debí salir.
Aunque parezca lo contrario no tengo queja alguna de nada ya que todavia no me ha dado tiempo a descubrir los "contras" de vivir en una zona como esa. A pesar de ello, en la soledad de mi habitación de hotel me ha dado tiempo a pensar los "pros" de vivir más cerca de lo único que puedo llamar casa de verdad y de la gente que la rodea.
Pero aún así tampoco es que haya estado mal estos días. Vivía en un hotel de 3 estrellas lleno de franceses y de golfas españolas que no veas como chillaban a la hora del tema. He cenado gratis todos los días e incluso he llegado a hacerme amigo de una camarera que cada vez que me veía me trataba como a un rey.
También he caminado mucho, muchos kilómetros para hacer que pasa el tiempo sin darme cuenta y ya de paso hacer algo de ejercicio, que nunca viene mal.
No puedo decir que me guste Torremolinos ya que de siempre odié la playa (viva la piscina) y soy un ser de interior que le gusta pasar frío por lo que me he fijado un plazo de no más allá de 40 semanas para regresar a la tierra de donde nunca debí salir (2).
Pero el curro está bien, hay 3 exelentes pivis que se las mira bien aunque no las echaré fichas no siendo que... jajaja, eso... y además disfruto entre ferralla, acero laminado y hormigón de vigas y pilares... que mira tu que me tienen que mandar a mí, precisamente a mí, ir a medir pilares.
Se puede decir que única y exclusivamente trato con dos compañeros de trabajo, uno que nació en Valladolid y otro que es de Polonia y que como habla poco... pues no da la lata. En fin, alguno dirá que soy un huraño, pero tampoco conviene dejar que la gente se tome muchas confianzas, que luego se suben a las barbas de uno y hay que darles dos hostias para que se bajen.
Y así han pasado estas últimas dos semanas (dos menos para las 40) entre el bien y el mal, entre el si y el no, entre la luz y la sombra esperando como agua de mayo a que llegara el 1 de junio para volver aunque sólo por unas cuantas horas a mi ciudad natal en un viaje de lo más agradable junto a dos señoritas con las que pasé un rato exelente viendo como se acojonaban con los vaivenes del avión y hablando de cosas absurdas, e incluso tuve que hacer de guía de una de ellas en Madrid.
Y para finalizar, el viaje en mi querido Tren Hotel que me dejó en casa ya de madrugada con la sensación de que mi sitio está aquí y no allí... mientras tanto esperaremos ansiosos a que discurran las próximas 38 semanas...

1 Comments:

At 4:00 PM, Anonymous Anonymous said...

empiezas a escribir como los buenos columnistas :P

 

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